Me encontraba sentada en mi banco, había llegado demasiado temprano y estaba sola en el colegio, además del portero. No sabía por qué había venido a esa hora, había querido evitar estar sola en mi departamento pero era igual, seguia estando sola.
Nunca me gusto eso, pero no lo podía evitar, no era muy buena relacionandome con los demás. Aunque charlara con alguien y me llevara bien, volvía a estar sola. Muchas de las veces que me sucedio eso había tenido ganas de gritar o pegarle a alguien, claro, no lo hice. Pero siempre me reprimia a la noche por no hacerlo, tal vez así me había descargado la ira que había tenido guardando. Además de la angustia...
Me frote los ojos con cansancio y mire la hora del reloj, 6:45. Suspire y cerre los ojos esperando dormirme, sin exito. Hice una mueca de disgusto y los volví abrir. Me quede mirando el horizonte por la ventana, iba hacer una mañana muy larga.